Un poco de historia.
En el siglo XI se horadaron estas canteras interiores para entre otras construir la catedral de Burgos. También se extrajo material para algunas construcciones de Madrid. Es extraño que no lo hicieran a cielo abierto como otras que hay en la comarca.
Durante cuarenta años se uso como complejo militar sobre todo para el almacenaje de explosivos como trilita.
En 1994 ceso su actividad y hasta el año 2004, no se derogó la zona de seguridad.
Situación actual.
Como era previsible todo los de fácil acceso degradación está destruido y devastado, lleno de de pintadas cascotes y desvalijado de cualquier cosa con el mas mínimo valor como cables metales etc.
El complejo está compuesto por dos cavidades profundas sin vallas ni puertas de accesos. Por una gran aquedad a cielo abierto detrás del edificio y dos cuevas menos profundas con valla que parecen “ocupadas” por rebaños de ovejas. A demás hay otras construcciones modernas como el propio cuartel, garitas y cocheras.
Fotografías y pos procesado.
- Cámara EOS-550D.
- Cada imagen con tres usando Horquillado (braketing) con apertura fija y tripode.
- Tiempo de exposición; llagan a ser de minutos.
- HDR y tone mapping: Photomatix.
Esta es la entrada a la segunda cueva. Aunque en su día tendría puerta de acceso actualmente el acceso es libre.
Al entrar en la cueva, el cambio de luz nos hace no ver nada. Pasados uno instantes nos vamos acostumbrando a la oscuridad. La oscuridad es total y únicamente se adivina en lo más profundo de la cueva un punto de luz que podría parecer un acceso al exterior. No se puede adivinar la distancia a la que está este punto de luz ¿100m, 200-..?.Tampoco sabemos en qué dimensiones de localización nos estamos moviendo.
A mitad del camino nos encontramos con un montón de cascotes que corresponden a desprendimientos del techo. El acceso es seguro siempre que nos movamos que una buena linterna.
Según vamos avanzados hay más claridad y se empiezan a vislumbrar el verdadero tamaño de la cueva. Son tremendas colosales diría yo….
Es su día se construyeron tragaluces para favorecer las distintas labores.
Los contrastes de luces y sombras son irrepetibles.
Al final de esta cueva vemos un acceso al exterior. Una pequeña salida a través de una pequeña escalinata. La subimos con cierta precaución al derrumbe aunque parece solida.
Al salir al exterior vemos alguna garita de vigilancia.
Salimos de la segunda cueva y visitamos el cuartel.
La cantina aun tenía la barra y algunos baldosines en la pared.
El edificio tiene una segunda planta sin tejado carente del menor interés
Entramos en la primera cueva.
Dispone de una gran oquedad donde se construyeron pequeñas salas correspondientes a talleres y salas de “labores”.
Al final de la primera sala aparece la entrada de la verdadera cueva. La oscuridad es total y se adivina una profunda rampa son balcones laterales.
Increiblemente en el interior hay restos de tres vehiculos abandonados.